- - PUM.....BLOM....CLAK....CLAK....PUM.....bssss.....
Los primeros ruidos a las 4 y pico de la madrugada, los mas madrugadores se ponían en marcha.
Nosotros que eramos mas rezagados, y mas en las terribles circunstancias en las que estábamos, nos quedamos en cama hasta bien entrada la mañana, a eso de las 8 (a las 6 ya es de día).
Los dos sabíamos, muy a nuestro pesar, que no podíamos continuar según nos encontrábamos, asi que tomamos la determinación de bajar, fué una decisión muy muy dura, pero ante todo somos sensatos, y sabemos perfectamente por nuestra experiencia en la montaña que una retirada a tiempo es una gran victoria.
Para nuestra sorpresa la pareja de madrileños también dió por concluida su ascensión y se disponían también a bajar, por lo que fué muy gratificante tener su compañía en el descenso, y desde aquí les mando un abrazo muy grande, sobre todo porque me dieron un apósito para el callo del pie que me salvó la vida ¡¡¡ GRACIAAAS !!!.
Comienza el decenso y el laborioso trabajo del tejemaneje de cuerdas y rapeles.
El descenso en compañía de los madrileños se nos hizo muy ameno y divertido, eran nuestra viva estampa de mayores, el más joven era un vacilillas como mi colega y el mayor un cacho pan como yo ¡jejeje!. Se ponían a discutir de vez en cuando entre ellos y es que eran igualitos a nosotros.
¡¡¡ COÑO !!! Aparece mi piolet, que sorpresa, me venía bien para ayudarme en los pasos del nevero de mas abajo.
Al final el descenso fué menos duro de lo que creíamos que iba a ser, llegamos hasta nuestra pequeña tienda de campaña. Aquí los madrileños se despiden de nosotros. Nosotros nos quedamos recogiéndolo todo y después proseguimos la marcha.
Por fin llegamos al coche al anochecer, nuestra aventura se había quebrado pero aún no había llegado a su fin.Cenamos y dormimos allí mismo, ni movimos el coche de donde estaba; esta vez dormimos como enanitos.
Todavía nos quedaban días de vacaciones a los 2, con lo que al día siguiente nos disponemos a dar la vuelta al mapa, es decir, andar con el coche casi 600 Km. para rodear todo el entramado del Cervino y sus alrededores para llegar a Suiza y poder ver su silueta más característica y bonita.
Llegamos a Täsch, pueblo límite en donde hay que aparcar el coche para coger el tren que nos llevara hasta Zermatt, último pueblo donde comienza la ruta para el cervino y desde donde se aprecia su silueta. Presagiábamos lo peor.
Otra aventura que se vió frustada, ya que era un día feo, gris, nublado, lloviendo...adiós a ver al Cervino desde su lado más fotografiado.
Fué un chasco muy grande, y no tuvimos otra que resignarnos y hacer turismo por Zermatt, un pueblo muy bonito y turístico y sobre todo lleno de negocios chinos ¡¡¡ están por todo el mundo !!!
Regresamos al coche, llegamos hasta Francia y pasamos noche en otra estupenda estación de servicio.
Al día siguiente paramos en una playa francesa para relajarnos un poco, ya que de tanto viaje juntos en tan poco espacio, y unos dias tan negros, hizo que saltaran chispas entre nosotros y acabé tirando el queso que tenía entre mis manos al salpicadero del coche de muy mala ostia ¡jajaja!
Después de aquello nuestro viaje llegó a su fin, no sin haber vivido una gran experiencia que mi colega Fer y yo no olvidaremos jamás.
................FIN............
Cuenta la historia que Edwuard Whymper, después de su conquista al Cervino, sufrió durante años pesadillas ralacionadas con la montaña y con la tragedia que allí le ocurrió.....a día de hoy yo sueño de vez en cuando con la mítica montaña, intentando acceder a su inaccesible cumbre, a la que no consigo llegar nunca.
Pero tengo claro que algún día volveré para intentar cambiar esos sueños...............
www.raftingenleon.com
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